No
soy tu vertedero
Con las
lluvias torrenciales el agua recoge del barranco pañuelos sucios, pañales,
toallitas. Juguetea entre el motor de una lavadora abandonada en el cauce y los
muelles de un colchón antiguo. Relame la cerámica de un inodoro, sobresalta las
tablas de algún palé, serpentea entre las huellas de una bota. Remolinea con la
goma de un neumático. Arrastra a su paso latas oxidadas, botellas de cristal y
bolsas de plástico. Hace presa con los peces muertos que quisieron desovar y
solo encontraron grietas en la tierra. Coquetea con los ácidos de una química.
Burbujea con los detergentes de lavar el coche, se evade entre envases de
medicamentos que alguién arrojó. Se cuela por las hendeduras de la piedra, se
filtra gota a gota por el interior de la montaña y baja hasta el manantial que
riega el pueblo. Hace unos días han clausurado la fuente. Según dicen, el agua
ha dejado de ser potable.
Montaña Campón
Microrrelato ganador en el Certamen Microcuentos para aprender, Asociación Gaia Amigas y Amigos de la Tierra. Junio 2017
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